Mi vida en letras

Wednesday, September 02, 2009

incertidumbre

Te miro, mis palabras se hacen pesadas, se estiran hacia abajo, empujando el maxilar, se amotinan formando la palabra miedo.

El aire se seca y se me enreda una duda en la lengua.

El lenguaje se asfixia,
y ahora solo humea una maraña de ideas.
Tus ojos, son tuneles, mirando hacia cada punto cardinal, al presente, al pasado.

Queda el Lenguaje corporal,
un escalofrio de imagenes recorriendo mi memoria, decisiones volando en huracan...
despues, suspenso.

Suena una chicharra,
la mirada se me ha caido de nuevo al suelo.

Friday, August 21, 2009

Mi Tia Panchita

Me encontrè con la tristeza y la Nostalgia en un cuarto de hospital.
Ambas me hablaban y me mostraban imágenes al mismo tiempo, asì que comencé a llorar para enjuagar la mirada.
Entonces, lo que vi, fueron las tardes en casa de mi Tïa Panchita jugando continental, me vi de dos años llorando en mi cuna y la vi a ella entrando a consolarme; me vi de ocho años en un coche color azul, navegando en cualquier carretera, tratando de aprender de memoria las canciones que cantaban a dueto mi Tía Panchita y mi Tío Julio, "Sin un amor, la vida no se llma vida..."

Ahora, estaba ella, mi tía, a quien recordaba siempre tan alegre, sonriente, acostadita en la cama, reducida a una flor sin aroma, sin color, respirando trabajosamente, luchando contra una pesadilla que la tenía presa y exhausta.
Vi a mi tío quebrarse en pedazos cuando un doctor le dijo con lenguaje frío y técnico que tirara la esperanza de una vez, derribándole la fe con radiografías y resonancias que nada saben de ese amor de ellos, ese amor que me dio viento, y que me puso a anhelar algo igual para mi.

La tristeza me acomodó el cabello detrás de la oreja y me exhaló sus preguntas; ¿como puedes retener un momento, un recuerdo para siempre?, ¿deteniendo el mundo? ¿siendo eterna?.
Se alejó de mí, rígida, seria y se recargó en la pared mirando a mi tía.
Me senté en la silla y derramé un poco de fé en el suelo.

La Nostalgia salió del cuarto arrastrando la falda en el piso, manchando el camino a su paso de un color azul negruzco. Me vió de reojo y me lanzó una mirada de condolencia.

La tristeza se paró frente a mi, me acarició el hombro,
me levanté y me abandoné en sus brazos mientras me mostraba el tiempo transcurrido en las caras de mis padres, de mis primos, y me hizo conciente de que el reloj sólo avanza hacia adelante y que así es todo en la vida, un ciclo.

Me dolió ser un adulto.

La impotencia me perforó los huesos, y me curtió la piel con el frío de la desesperanza.
Me acerqué a mi Tía para decirle que no se rindiera, que siguiera luchando, quise decirle cuánto la quiero, que nunca había visto a mi Tío tan doblado, tan líquido, pero todas las palabras se apelmazaron formando un nudo de púas en la garganta y se me apagó la voz en una lágrima.

Me senté lentamente en la silla y me arropé con mis recuerdos,
me hicieron sentir un poco mejor.

Sin poder asimilarlo, la vida me arrastro hacia el minuto en curso, despues de sembrar esa flor en el piso, con su nombre en una piedra fria para que se recuerde su nombre, pero que no plasma su sonrisa, su calor, su historia, que solo sabe un hombre que la visita a diario y riega la tierra con lagrimas de soledad, lagrimas del amor de su vida.

Tome una foto de mi Tía que encontré en el espejo, la llevo conmigo, y quisiera que todos la hubieran conocido, que todos la recordaran como yo.
Algun dia sera mi turno de ver que hay mas alla, o solo perderme en el olvido,
por lo pronto tengo otra tristeza a cuestas.

Wednesday, June 24, 2009

Casa


Todo se ve igual, pero diferente,

encuentro mi rastro entre cosas que había olvidado que tenía,
cuando me doy cuenta que era yo cuando estaba aquí.

Me sigo sintiendo extranjera en el exilio, y cuando vengo estoy en casa, quiero comerme todo con los ojos, para que me duren un rato el lampareo de mis visiones infantiles, y andar por todos lados, aún viendo mi casa.
Pienso en como hay cosas que uno no valora hasta que ya no las tiene
y cosas que en verdad no se entienden hasta que la edad te da el zopapo en la cabeza,
esas cosas que solo se aprenden en la vida propia.

Lo malo de llegar de visita es que cada vez me cuesta mas irme...


Friday, June 05, 2009

La Noche

El espacio se reduce,
se comprime en el aire artificial.

Las estrellas están dejando de brillar,
van apagándose una a una,
la tierra firme ahora son pedazos de concreto, resquebrajado.

Sólo queda el tacto,
o, ¿acaso el aliento?,
la espera,
tus palabras bajo la luz ambar,
unas cuantas creencias amasijadas en esperanzas,
el tiempo calla,
la noche ha muerto.

Friday, April 10, 2009

ROJO

Ella se vio el pecho y miro como su blusa blanca iba cambiando de color.
Se quedo esperando ver pasar imágenes por sus ojos como en las películas, pero en lugar de eso, sintió en la lengua el sabor de una manzana, como si recién acabara de morder una.

Su cuerpo se volvió como el de alguien más. Tocó sus costillas, y no estuvo segura de encontrar el lugar de la que falta.
Quiso decir muchas cosas, pero, ¿ya pa´que chinga´os?.
Deseó haber conocido el mar, deseó no haber hurgado donde no debía, porque el que busca encuentra, y sobre todo, deseó haber nacido sabiendo lo que ahora sabe, le hubiera sido más útil.

Miró sus manos, y como si estuviera al rojo vivo, tiro el cuchillo al suelo.
Él la miraba con espanto, pero guardando su distancia.
Ella sonrió y cayó en el suelo. 
 




Carcajada de ironía


Esta carcajada me dolió,
con el humo del cigarro salió la ironía
y me quemó la garganta,

tocí espinas,
y conforme se me enredaban las palabras
también me dolió la sonrisa que trató de cubrir
el sarpazo del miedo,

pero se me fue escurriendo hasta convertirse en una mueca imparcial.


Ya no te recuerdo,
por eso te busco,
y busco en mi,
astillas de la historia.

Es tanto lo que falta
que no puedo ni inventar
lo que pudo haber sucedido.

Pero cambié la historia a mi favor.






Thursday, April 02, 2009

el metro, la ciudad y tu


El calor de las calles,
oleada de bullicio
pasos que se alejan o acercan en una distancia confortable,
pero infalible.

Te busco como si fueran pocos los kilometros
como si no existiera el olvido
como si fuera nada el destino
entre las sombras de la ciudad,
que todavia me desconoce.

ahora soy una soledad acompañada
una nota de la sinfonia matutina de la urbe
otra rutina,
otro tiempo lejano
y que mas aleja
conforme pierdo tu imagen en el fondo de mis pupilas
hundiendose entre las grietas de los años en la mirada.

Monday, February 02, 2009

Regreso


Las mismas calles que recorrí tantas veces,
buscando lo que aún no he encontrado,
ahora lucen un poco diferentes,
como si la luz mercurial fuera desgastándolas.

Oscurece, y mi vida cambia de escenario,
es como si hubiera retrocedido 3 años y nunca me hubiera ido.
Me sumerjo en la idea, y me embriago un momento del seductor espejismo del engaño,
aunque en el fondo se que no podrá ser,
las decisiones se toman y cambian los vectores del juego que llamamos destino.

Veo en las caras de mi gente cuanto he envejecido....
Las marcas del rostro cuentan la historia de lo que pasa,
y somos un muestrario de cicatrices...

Yo llevo muchas marcas bajo la piel,
y a veces las muestro un poco con una lágrima que se apaga
como la luz de éstas calles cuando las intimida el sol que comienza a salir...

Hay tantas cosas que no se,
pero se, que soy de aqui,
y siempre lo seré,
aunque me vaya tan lejos como pueda,
tan lejos como quiera,
siempre tengo una llamada,
un mensaje,
un mapa estelar sobre mi cabeza,
señalando que lo que tengo aquí,
aquí se queda,
y siempre que llego,
solo cuando llego,
me encuentra...


Saturday, January 03, 2009

Tristeza

Las canciones de cuna se han quedado mudas...

No se escucha sonido alguno más que la voz de un dolor,
que va creciendo, rasgando el interior,
que a veces da tregua, y otras veces resuena como una multitud de preguntas que no termino de contestar,
de preguntar si quiera...

¿Tuve algo de culpa?
si hubiera...
y no lo se...
y no lo sabré nunca...
y no me lo perdonaré nunca.

Se me quiebra el alma,
la vida que me queda está ahora marcada por sonrisas menos,
por muchas lágrimas más...

No entiendo, ni quiero,
esta vez tal vez deje que gane la batalla la tristeza.