Se quedo esperando ver pasar imágenes por sus ojos como en las películas, pero en lugar de eso, sintió en la lengua el sabor de una manzana, como si recién acabara de morder una.
Su cuerpo se volvió como el de alguien más. Tocó sus costillas, y no estuvo segura de encontrar el lugar de la que falta.
Quiso decir muchas cosas, pero, ¿ya pa´que chinga´os?.
Deseó haber conocido el mar, deseó no haber hurgado donde no debía, porque el que busca encuentra, y sobre todo, deseó haber nacido sabiendo lo que ahora sabe, le hubiera sido más útil.
Miró sus manos, y como si estuviera al rojo vivo, tiro el cuchillo al suelo.
Él la miraba con espanto, pero guardando su distancia.
Ella sonrió y cayó en el suelo.